sábado, 27 de agosto de 2011

Vamos a la playa o oooo !!!

Hola pescaillas!

Estos 'ultimos d'ias hemos estado sufriendo much'isimo, hemos ido a las playas del Golfo de Tailandia. En ellas hemos sido secuestrados por una pandilla de monos que nos han obligado a hacer snorkel, montar en kayak, realizar excursiones en barca y andando, bañarnos en la playa y dem'as fechor'ias que no vienen al caso.

Decidimos ir a la isla de Ko Panghan y cuando llegamos a la playa que recomendaban en la gu'ia porque era en la que menos turistas hab'ia... sorpresa!! los turistas aparecieron en hordas por todos los recovecos y nos sentimos en guirilandia, chan ta ta chan, sin darnos cuenta hab'iamos llegado a la isla de los famosos!!

Justo en la orilla de la playa montones de bungalows se frotaban las puertas pensando la caja que iban a hacer e intentando ser ocupados por turistas no ingleses (todos sabemos lo guarretes que son y lo que les gustan las moquetas). Al lado de los bungalows muchos chiringuitos frotaban sus sombrillas para que te acercases a tomar un "fried rice with chicken" o porque no, un daikiri si la ocasi'on lo merec'ia.

Tras recorrer, uno por uno, con los 300 kilos que pesaban las mochilas y bajo un sol abrasador todos los bungalows de la playa en la busca y captura del m'as barato y menos cutre (bastante imposible que se den estas dos premisas a la vez), decidimos quedarnos en el del "recepcionista hostil".
A'un as'i la playa era bonita, y al contrario que dir'ia Formula V, "La playa no estaba desierta, el mar bañaba tu piel y Pedro cantaba con su guitarra para ti Celia Isabel": Atardecer en la playa no desierta
Aun asi no se nos habian quitado las ganas de explorar las insulas cercanas en busca de paz y confort. Se nos ocurri'o apuntarnos a una de esas divertidas excursiones en grupo masivo. El 'unico problema fue, que como no hab'iamos pagado, el barquero decidi'o partir sin nosotros. Menos mal que llegamos a tiempo para echarnos a correr playa adentro justo cuando estaban arracando. El resultado fue positivo, logramos embarcarnos con el resto de turistas pero con serias consecuencias negativas, en lo que a podolog'ia respecta. En nuestra apresurada carrera por el agua (con mochila y ropa incluida) ca'imos en las afiladas rocas que cubr'ian el fondo marino. Desde entonces las rajas en los pies todav'ia nos acompanian, haciendonos parecer a veces al doble de Chiquito andando a lo pecador. Para colmo, cuando conseguimos acceder a la embarcaci'on, no hab'ia sitio para sendos culos en los banquitos, asi que nos toc'o cambiar de barca, viendo (por segunda vez) alterando nuestro equilibrio mental y f'isico por segunda vez casi consecutiva.
Con la grata cara de recompensa del que ha llegado sano y salvo a la barca y con los deberes hechos.

La excursi'on consisti'o en bucear en dos sitios distintos, tambi'en colmados de piedras, corales en algunos casos muertos, pero con muchos peces, en los que en un alarde de valent'ia apodamos de distintos nombres muy originales, como vereis: cebra, jirafa, pan bimbo, aguja... Pedro, dandose un banio despu'es de haber bucead0 duramente

Despu'es de comer apresuradamente en Bottle Beach comida de "take away" ("para llevar") empezada en la playa y terminada en la barca (debido a otro inoportuno cambio de barca que nos dej'o 5 minutos para comer), fuimos a visitar otra playa famosa por sus cascadas, igualables a las de Iguaz'u:

Oooohhhhhhhhhhh!! nos quedamos impresionados con la altura de la cascada!

En la excursi'on pudimos ver que las otras playas de la isla tambi'en pose'ian numerosos resorts y bungalows y que no reun'ian las estrictas caracter'isticas de aislamiento que ibamos buscando. A pesar de todo, la experiencia qued'o calificada con una Matricula de Honor y 3 "destacas" y ning'un "necesita mejorar". Y para finalizar la jornada como es debido, recibimos el esperado masaje de cuello, cabeza y hombros que tanto nos merec'iamos y nos dej'o listos para la siguiente aventura. (Si alguien necesita alguno, le recomendamos este sitio tan cercano)

Al d'ia siguiente la misi'on quedaba acotada con la siguiente proposici'on: "encontrar una isla con menos de 2000 personas/m2. Para ello decidimos aventurarnos al Parque Nacional marino de Mu Ko Ang Thong (bautizado por nosotros como "el moco antón"). Para llegar hasta allí tuvimos que volver a ser presa del borreguismo en otro tour organizado, pero nos quedamos a dormir allí dos días y con ello vimos que nuestro sueño podía ser realidad.

El primer día cuando llegamos con el borreguismo no nos lo podíamos creer, nos metieron a toda la gente del barco en una sola barca (valga la redundancia) e ibamos tan apretados que pensamos que nunca más podríamos despegarnos de los compañeros anejos. Al bajar a la isla principal del Parque hicimos una excursión hasta una cueva y por el camino nos vimos sorprendidos por unos contentos monos comiendo hojas de los árboles:

El comedor de hojas: Dusky langur

Qué mono!!!

Qué mona!!

Qué monitos!!!

Con el tour también hicimos una excursión en kayak (canoa) y también buceamos con tubo y gafas. Y cuando el tour se iba del Parque a nosotros nos dejaron en la isla principal, que es la única en la que se puede dormir. Allí pernoctamos en una cómoda tienda de campaña con la compañia de tucanes y demás animales selváticos.

Las instalaciones principales del Moco Antón

Al día siguiente, cuando creíamos que con 12 horas de sueño teníamos suficiente decidimos emprender la dura jornada. Consistía en una ardua excursión de dos horas hasta el mirador de la isla. Desde allí pudimos ver muchas de las 40 islas que conforman el inigualable Parque Marítimo del moco Antón:

Vistas desde el mirador


Después tuvimos la ingeniosa idea de alquilar una canoa para acceder a otras inhospitas playas de la isla. Durante el camino, marejadilla, que hizo muy emocionante algunos tramos, ya nos imaginábamos flotando al lado de la canoa boca abajo y pidiendo ayuda y arroz (que aquí es lo que se lleva) a los barcos de turistas.

Playa donde estaba el campamento

La vuelta hasta Bangkok fue larga (1 hora de furgoneta, 4 horas en barco, 1 hora en autobús y 13 horas en tren )... Pero por lo menos las 13 horas en tren que nos las imaginábamos igual que las de venida: cucarachas por el suelo del vagón, mosquitos atacando sin parar, ruido ensordecedor por las ventanas abiertas, miles de paradas, polvo en las literas...; fueron mucho más placenteras: todo estaba relimpio, había mucho menos ruido, el azafato era majísimo...

Asi que de vuelta a Bangkok, que ya no queda nada!!!

Besos de tucan y abrazos de mono!

2 comentarios:

Aurora dijo...

Joooooo que envidiaaaaaaaaaaaaa nos dais!! esas aguas azul turquesa, esos monos escaladores, incluso el sol abrasador y las afiladas piedras del fondo marino!! hmmmmmm disfrutad de vuestra mutua compañía, chicos, y pasadlo bien!!!

Pedro dijo...

Si si, menos mal que lo hemos aprovechado bien porque ahora ya hay que currar...¡que pronto pasa lo bueno!
qué tal vuestro verano? como está Pedro?
Muchos besos,
Pedro y Celia