¡Conociendo Bangkok!

Buenas noches Muchachada,
Aquí llegamos con las primeras aventuras tailandesas,

Todo comenzó la mañana del mismo día 4 de Agosto, Pedro, casi bangkoniano de nacimiento, hizo de guía primerizo con su primera víctima. Bicicleta en mano y transporting en culo los dos marchaban a la gran capital.

El intrépido y sagaz aventurero Pedro, acompañado de su desvencijada seguidora Dulcicelia, fueron a subir la Montaña Dorada.
Como iba a ser una ardua tarea, decidieron reponer fuerzas en un chiringuito autóctono de la zona, y probar, como buenos mochuelos, las comidas típicas del lugar.

Para ello, fueron provistos de unos buenos palillos tailandeses y varias cucharitas, véase la imagen:

La desmesurada ansia de la compatriota: Celia devorando a sus tallarines

Encontrar las 7 diferencias con el siguiente cuadro de Goya:

Saturno devorando a su hijo

Pedro, más comedido, tiembla ante su siguiente depredadora

Subiendo a la montaña Dorada, donde se encuentra el templo Wat Saket.

y toqueteando todas las campanas posibles

Lo mejor del templo son las vistas que tiene a toda la ciudad de Bangkok, aunque paraDulcicelia, las mejores vistas son las de su ingenioso hidalgo, don Perico de la Bangkia.

Tocando el gran "Gong" (Instrumento de percusión formado por un disco que, suspendido, vibra al ser golpeado por una maza que lleva una moza)

Tras beber, con también, mucha avidez, varias botellas de agua, nos dirigíamos a participar en los juegos del "Gran Columpio". Por el camino nos sorprendió un numeroso grupo de asaltantes dorados, era el Gran Buda, y sus reencarnaciones en medianos Budas:

Pedro distrayendo al ejército de Budas para proseguir con la Marcha.

También, y pensando en la oportunidad de liberar a nuestros pies de las pegajosas chanclas, decidimos visitar otro templo: Wat Suthat, anteriormente explorado por Pedro.

Para proveernos de previas provisiones para proceder al proyecto de preparar nuestra procesión fuimos al Barrio Chino: al ser como un todo a 100 gigante, no tuvimos problemas en conseguir unas chancletas nuevas y varias gilipolleces más.

Celia, trajinando en el Barrio Chino

Una cosa sorprendente ha sido que al visitar un templo chino nos hemos encontrado que la capilla estaba transformada en un gran almacén de víveres. Nos ha venido bien, ya que hemos procedido al hurto de alguno de ellos:

Pedro intentando robar un saco de arroz de 50 kg en un Templo Chino

Tardé tanto en hacer la foto que al chino de la derecha le entraba sueño...

Templo Chino: Wat Traimit

Más tarde, y por si nos había parecido poco, visitamos en centro comercial de Bangkok, Siam Center, y luego, tomamos la furgoneta al AIT y vimos el mercado nocturno de Tamashat.

Y colorín colorado, terminamos, que estamos muy cansados!!