miércoles, 16 de diciembre de 2009

¡A la lucha!

¡Hola lejanos aliados!

Menudas aventuras os vamos a contar! Prepárense porque lo siguiente que vamos a relatar no es moco de pavo, si acaso moco de cuy!!

Todo comenzó cuando estabamos reposando apaciblemente "enca" Norma y recibimos una misteriosa llamada. Pedro responde, y después se acerca sospechosamente a Celia y le dice: "este fin de semana nos tenemos que ir a Satipo, tenemos una misión".

Celia sorprendida le responde "iremos, pero antes hemos de hacer la colada"

Acudimos en busca de pistas a la Comunidad Nativa de Alto Yurinaki. Allí nuestra misión era capacitar a los agricultores en la contaminación ambiental y los aprovechamientos forestales. Allí pensamos que los asistentes sospechaban algo, unos miraban hacia la nada, otros hablaban entre sí, había algunos que directamente no hacían caso, y otros que entre cabezada y cabezada daban algún que otro ronquido. Pedro se acerca a Celia y le dice discretamente "algo pasa, no nos hacen caso", Celia responde "eso es una señal, (señal de que aburrimos)".

Después de probar varias técnicas leídas por Celia en el libro "El arte de la dialéctica y la oratoria, como no aburrir a la Comunidad Nativa de Alto Yurinaki" y conseguir que nos hiciesen caso, encontramos pistas que nos señalaban que el mejor camino para llegar a Satipo era tomar un atajo.

De esta forma y mucho antes de lo esperado, llegamos felizmente a Satipo.
Allí nos esperaban nuestros compinches limeños Ruth y Javi. Por la noche preparamos la estrategia para seguir durante los siguientes días y lograr cumplir nuestro objetivo.

Los estrategas de Satipo

Para ello fue imprescindible contactar con Mortadelo y el nos indicó las mejoras formas para disfrazarse y conseguir pasar desapercibido entre la multitud peruana. Primero comenzó Pedro poniéndose un pequeño detalle:

¿os habeis dado cuenta del detalle o lo hicimos suficientemente bien?

Luego, en la Cascada de Pangoa (gracias a nuestros buenos informadores no la confundimos con la caja de Pandora) llevamos a cabo el resto del camuflaje.

Como podeis observar, el disfraz era bastante sensual

Tras varios flechazos en el culo decidimos buscar otro disfraz más eficaz. Y ya que estabamos en la Tierra de los nomachiguengas nuestro infiltrado nos proporcionó el atuendo adecuado:

Aparentando estar relajados tras encontrar el auténtico vestido del nomachiguenga

Eso sí, rapidamente y mientras sufríamos el primer ataque de nuestros enemigos encontramos la verdadera esencia del nomachiguenga que todos y cada uno de nosotros llevamos dentro, y conseguimos zafarnos de los guerreros (los mosquitos resultaron ser los peores).


En pleno ataque

Al día siguiente, una vez que nos habíamos zafado de los nomachiguengas salimos hacia un nuevo territorio: la tierra de los Ashaninka. Para ello tuvimos que echarle valor y cruzar el grandioso rio Perené en auto y en barca a la vez. Mirar la cara de la cabecilla:

La intrépida cabecilla del grupo nos indica el camino a seguir


En la otra orilla, en el camino nuestros enemigos nos habían preparado muchas sorpresas... Mandaron al dios Thor que nos castigase a base de una intensa lluvia. Nosotros, que apenas nos achantamos ante las vicisitudes, lo pasamos en grande con nuestra supercapa azul eléctrico (repelente de rayos y truenos).

Las increibles

Así conseguimos llegar a nuestro destino final: la escuela del pueblo Ashaninka. Allí, nuestros mejores guerreros (tras leer el libro de la dialéctica) tenían que explicar a los jóvenes ashaninkas los derechos humanos de los niños (la lucha, la caza con arco, el lenguaje ashaninka, el maltrato a las hormigas y moscas, pero sobretodo, la muerte al zancudo, el peor mosquito de Perú).


En plena acción, ejecutando maniobras contra el zancudo ninja

Pero, ya se sabe que en las grandes misiones lo difícil no es conseguir el objetivo, si no volver bien a la morada (y no amoratados cual chicha morá).

Y el camino de vuelta nos deparó la última y malévola hazaña... Nuestros enemigos nos habían echado abajo el camino de retorno a la tierra madre. Eso no era problema para nosotros y decididos nos pusimos manos al barro a quitar las rocas y piedras.

Ruth, Javi y Pedro, junto con nuestros aliados despejando el camino de vuelta

Y así fue como finalmente conseguimos llegar sanos y salvos a nuestro destino. Esta es la recompensa de todo aquel que arriesga:

Triunfales y felices y con la misión cumplida


Y colorín colorado este cuento se ha acabado!

6 comentarios:

Unknown dijo...

Hey! Probablemente la mejor hazaña que habéis vivido en esas peligrosas tierras.
Lo que me he reído con vuestros superpoderes de mimetismo y vuestra cabecilla asomando la ídem por la ventanilla.

¿Ya os quedáis juntos lo que queda de Navidad?

Pedro dijo...

Toñeti!! Te echabamos de menos!!¿has visto que hemos aprendido a poner enlaces?
Ojalá nos quedasemos juntos, estos tienen que volver a Lima y nosotros seguir currando hasta el martes que viene que ya tendremos tiempo para hacer turismo. Pero el 25 ó 26 nos volveremos a ver con ellos! olé!
besos!

Unknown dijo...

Seguid haciendo leyenda en la pachamama que os leemos gustosos. Un detalle a tenor de la última foto: creo que se os olvidó Celia.

pirañitas dijo...

JAJAJA JAJAJA JAJAJJA!!!
JAJAJA JAJAJA JAJAJA!!!
CUY CUY CUY CUY CUY!!
CUY!

pirañitas dijo...

Vivan las aventuras de Cuyrtadelo y Filemón!!!
Menuda historieta, casi parece de ciencia cuyción!!
Los cuatro fantascuycos en la selva.
No os podéis ni imaginar lo que nos hemos reido, reviviendo con vuestra historia el finde!!
Lo bueno es que en dos semanas ya comenzamos otra nueva aventura!
Nos lo habeis puesto difícil para nuestro blog, jajaja
Muchos besos
Como anda "el gusano de Pedro"?

Pedro dijo...

Nosotros estamos esperando impacientes vuestro relato! (cui ya va siendo hora).
¡El gusano de Pedro bien, todo cuintrolado!
Cuidaros que en nadita nos vemos!
Ahora un chiste aunque no sea de cuyes:
-¿como se dice "solo uno" en peruano?
-¡Unito no más!