¡¡Seño, cambiamos fecas por suelo!!

Buenos días con café de Villa Rica, el café más fino del mundo oiga! Sí, sí, y es que no os lo creereis pero estamos pasando por todas las cosas más finas del mundo: primero la fibra de vicuña y ahora el café de Villa Rica!!! qué será lo siguiente...

¡Ya ha pasado nuestra semana de bautizo en Villa Rica! Hemos estado cogiendo muestras de suelo en los cafetales de los campesinos con los que colabora DESCO. Y ha estado muy bien, porque hemos andado (más bien subido subidazas y bajando bajadazas, porque todo tiene mucha pendiente!) y hemos resbalado a base de bien porque el terreno estaba bien "fregao" ("fastidioso", no es que le hayan pasado con la fregona ni que haya llovido mucho y lo tengan que fregar), por las montañas de la zona. Cuando te escurrías y te agarrabas a un árbol como última salvación para no deslizarte ladera abajo 100 metros, te atacaban las hormigas que se acababan de subir a tu mano o a tu yugular desde el tronco del árbol (nos acordamos mucho de Pastis cuando se levantó en Méjico diciendo: "me están dando besitos las hormigas!"); otras veces la única opción era un rama que parecía fiable, pero que en el último momento se tronchaba como un espárrago triguero y traicionero; y otras veces te ibas a agarrar y en el último segundo te fijabas en la rama y tenía unos pinchos más grandes que los de un puercoespín... También estuvo muy bien el paso de baile de Pedro, que acabó mirando al otro lado del camino manteniendo el equilibrio después de hacer una pirueta cual Nacho Duato, en el Lago de los Cisnes.

El quinteto del Café, todos con unos nombres sencillitos:
Nilton, Diter y Lindon

La vegetación es selvática, parecemos Mowgli (Pedro) y Baloo (Celia), vamos al son de la marcha de los elefantes y resbalando entre árboles enormes y plantas de todas las formas y colores...pero lo pasamos bien!

Hemos estado en los pueblos de Alto Chincarmás, Yurinaki y Mellizos. Nos hemos hartao a andar, y además aquí no se puede poner la excusa del mal de altura, asi que no queda otra que apechugar andando (y también comiendo pechuga de pollo y gallina, uno de las especialidades de Amalia). Menos mal que contábamos con cuatro por cuatro: ibamos andando con los pies y con las manos...

La gente de estos pueblos se dedican sobre todo a cultivar café, son pequeños agricultores (no nos referimos solo a su altura en cm), y también tienen otros cultivos como plátano, yuca, aguacate, y algunos una huerta para autoconsumo.

Tarzán y Jane

También ha habido momentos mágicos, como cuando íbamos andando bajo la lluvia, en mitad de la niebla, por mitad de un bosque lleno de vida.......(esto lo ha puesto el cursi de Pedro!). En esos momentos Celia ya estaba harta de andar, sudando como un pollo, quitándose zancudos de la cara, con un chubasquero que pesaba 500 kilos, y buscando un faro que se había caido del carro....¡todo un chou! (qué quejica es la Celi!!)

¡hasta pronto amigos!

¡¡¡¡¡Muchos besos!!!!